Con el masaje se produce una hiperemia (aumento de la temperatura), lo que se produce por la acción mecánica de la fricción de la mano del terapeuta con la piel. Provoca una acción refleja que consiste en una vasodilatación superficial, lo que a su vez, produce un estimulo que facilita el aumento de las funciones tanto en la piel como en el tejido celular subcutáneo.

En esta acción de fricción se produce una liberación de histemia la cual provoca:
- Vasodilatación capilar, con enrojecimiento local.
- Aumento de la transpiración.
- Aumento de la secreción sebácea.
- Activación de la nutrición y metabolismo celular dérmico.
- Aumento de la temperatura local.
- Favorece la eliminación de sustancias toxicas y elementos de desecho de la piel.
- Favorece la absorción de cuerpos grasos.
- Favorece la descamación, ayudando a eliminarla.