¿No consigues mantener una rutina para tu piel? Aquí puedes encontrar tu guía perfecta para ello.

Dependiendo de tu tipo de piel o de su sensibilidad, esta debe tener unos pasos a seguir. Este plan, está adecuado y adaptado a cada tipo de piel, usando los productos adecuados.

No olvides nunca desmaquillar tu piel. Elimina la suciedad y limpia la piel en profundidad, liberando los poros y dejándola respirar.
Limpia. Aunque hayas desmaquillado antes, ni el uso es el mismo, ni tiene la misma acción en la piel. Elimina las bacterias y restos de suciedad acumulados durante el día.
Tonifica. Este paso ayuda a hidratar, refrescar y cerrar los poros. Además, calma la piel durante la noche.
Contorno. Este paso es fundamental a partir de los 25 años de edad. Importante en pieles normales a secas.
Hidratante. Ya todos deberíamos saber lo importante que es este paso. Durante la noche, las células se renuevan y se equilibran por lo que, el hidratante adecuado, hará que tu piel esté perfecta al día siguiente.
Exfoliante y mascarilla. Importante llevar a cabo la exfoliación antes de usar una mascarilla. Las pieles sensibles, deberían dejar respirar su piel, por lo que lo ideal, sería hacerlo con 24 horas de diferencia. No dejarás de tener los beneficios de la exfoliación antes de aplicar la mascarilla, pero tampoco presionarás tu piel.
Cada semana-10 días, deja tu piel respirar. Haciendo esto, evitamos que la piel se vuelva sensible o que no tolere los productos que usamos. El gel de aloe vera natural, es el ideal en estos. Hidrata, calma y tonifica, a la vez que hace la función de dejar respirar la piel.